Es importante mantener cuidadosamente su saco de dormir si quieres que esté contigo por mucho tiempo. Eh sí, un saco de dormir es como un bebé: hay que lavarlo regularmente, hacer que duerma en un lugar seco e incluso alimentarlo a veces.
En el mantenimiento de un saco de dormir, es esencial seguir varios pasos para garantizar que permanezca en buenas condiciones el mayor tiempo posible:
Fibras Sintéticas |
A la lavadora: Si se trata de un forro de fibras sintéticas, voltea completamente el saco de dormir, cierra todas las cremalleras y programa la máquina en un programa delicado, con una temperatura máxima de 40 grados. Una temperatura más alta podría dañar irreversiblemente las fibras sintéticas. Un pequeño consejo: elige un detergente sin suavizante para no alterar el aislamiento de tu saco de dormir. |
A la mano: También es posible lavar el saco de dormir sintético a mano. Es una solución mucho menos arriesgada que el lavado a máquina, pero toma mucho más tiempo. Entonces, prepara una bandeja con agua caliente, a unos 40 grados. Añade un tapón y medio de detergente (esta dosis puede variar en función del estado de suciedad), también sin suavizante. Frota cuidadosamente las manchas con una esponja. Por último, enjuaga bien el saco de dormir, unas cinco veces y asegúrate de que todo el detergente esté bien drenado. |
Plumas |
A la lavadora: Asegúrate de que tu saco de dormir de plumas sea compatible con el lavado a máquina, ya que de lo contrario podría quedar inutilizable. Antes de lavar, agrega unas cuantas pelotas de tenis (limpias) al tambor para evitar que el plumón se asiente. Elige un programa delicado en tu máquina y elige una temperatura máxima de 30 grados. ¡No actives el centrifugado en la lavadora! Trata de detener la lavadora después de que haya terminado de enjuagar. Si es posible, utiliza un detergente de plumón especial para evitar que ataque el material tan frágil. |
A la mano: Remoja tu saco de dormir por unas horas en agua tibia y jabonosa. Puedes usar detergente si tu saco de dormir está muy sucio, pero una vez más, trata de usar detergente especial de plumón. Usa una esponja o un cepillo en las partes más sucias. A continuación, aprieta el plumón con las manos, asegurándote de que el agua pase a través de la tela correctamente y de que el detergente actúe en profundidad. Por último, enjuaga bien el saco de dormir, unas cinco veces y asegúrate de que todo el detergente ha sido evacuado. |
Para un secado al aire libre, abre completamente el saco de dormir y colócalo sobre una superficie plana. Dale la vuelta de vez en cuando para que se seque bien por ambos lados. Ten en cuenta, sin embargo, que el secado al aire puede ser muy largo, de uno o dos días completos.
Si deseas acelerar un poco el proceso de secado, puedes utilizar una secadora. Usa un programa de temperatura muy baja y agrega pelotas de tenis al tambor. Una vez finalizado el programa, escurre y rompe cualquier aglomeración que pueda haberse formado en la secadora. Completa el secado al aire libre, colocando el saco de dormir sobre una superficie plana.
Uno pensaría que la mejor manera de almacenar su saco de dormir es guardarlo en su funda de almacenamiento. Pero al contrario, tu saco de dormir necesita aire, tienes que dejar que respire lo más posible. Enrollar el saco de dormir de la misma manera cada vez resulta en la creación de pliegues recurrentes que dañan el forro a largo plazo. Por último, el almacenamiento óptimo de un saco de dormir sería, por lo tanto, empaquetarlo sin doblarlo en una funda de almacenamiento más grande que aquel en el que se almacenó originalmente. "Rellenar" el saco de dormir significa que nunca se hacen pliegues en los mismos lugares, así que es algo muy bueno.
Este último paso sólo se refiere a los sacos de dormir hechos de un tejido exterior repelente/hidrófugo. Si éste es el caso, puede ser reimpermeabilizado con productos de limpieza especializados.