El esquí nórdico es la disciplina más antigua del esquí. Se divide en varias especialidades: esquí de fondo o clásico, el patinaje e incluso el esquí de salto.
En el esquí de fondo o clásico, avanzamos deslizando un esquí delante de otro, en pistas paralelas. En el patinaje, avanzamos realizando un "paso de patinador" similar al patinaje sobre ruedas o sobre hielo.
Pero, ¿cómo elegir el material adecuado?
Cada práctica tiene su propio material específico. El esquí nórdico se divide en varias disciplinas, y cada una de ellas requiere un material específico. Los parámetros más importantes que tener en cuenta son: la estatura, el peso y el nivel del esquiador.
Para el esquí de fondo o clásico, opta por un esquí 30 cm por encima de la cintura.
Para el patinaje, elige un esquí entre 15 y 20 cm por encima de la cintura.
¡Ojo! Estas cifras pueden variar: dos esquiadores de la misma talla y peso no elegirán los mismos esquís. Por lo tanto, el esquiador más pesado optará por esquís más largos: se aumentará la superficie de agarre y el deslizamiento será más fácil.
Para elegir la talla de tus esquís, consulta primero la guía de tallas indicada en la ficha de los esquís, en la descripción.
Como lo hemos indicado más arriba, el nivel del esquiador también será un parámetro clave que tener en cuenta. Cuanto más alto será tu nivel, más podrás elegir esquís largos que mejorarán el deslizamiento y te proporcionarán mayor velocidad.
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Igual que los esquís, el tamaño, la práctica y el nivel del esquiador serán criterios determinantess en la elección de los bastones.
Para el esquí de fondo clásico, se suele optar por un bastón que llega a la axila del esquiador.
El tamaño correcto del bastón también se puede determinar realizando el cálculo siguiente: estatura del esquiador x 0,84.
Para el patinaje, el bastón debe llegar a la nuca del esquiador.
Se puede realizar el cálculo siguiente: estatura del esquiador x 0,89.
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