Porque cada pie es diferente, y que la comodidad es primordial, te aconsejamos colocar plantillas en tus botas de esquí. Las plantillas proporcionadas con las botas no convendrán necesariamente a la morfología de tu pie, sin embargo, es importante tener una sujeción óptima. La plantilla permitirá evitar ampollas, dolores y limitar la sensación de frío.
Tener frío en los pies esquiando, no hay nada peor. Puede volverse hasta la pesadilla si eres friolero y que tienes mala circulación de sangre. ¿La solución? Un sistema de calefacción para tus botas: bajo la forma de un calcetín calentador o de una plantilla. Esos sistemas sirven generalmente con baterías.